martes, 8 de septiembre de 2015

La hora del recreo

Como la escuela es:
autoritarismo, esquizofrenia,
segregación clasista, adiestramiento,
memorización absurda de estupideces,
productividad cuantitativa,
competitividad, mentira
y fomento de la indignidad personal
con tal de acceder al éxito
en una sociedad podrida,
la escuela
no puede ser la conciencia moral de la comunidad
sino el reflejo de su estado más pavoroso,
el mercado
donde se deforma a los seres humanos
para que se conviertan en mercancías.

Una escuela así no puede cambiar el mundo
pero puede destruir a las personas.
Frente a ella, su aburrimiento e inutilidad,
nos queda aún la maravillosa hora del recreo
para pensar por ti mismo,
ponerte en lugar del otro
y llevar tu verdad
hasta donde tu verdad te dice que estás equivocado.

¡Ánimo!,
están a punto de tocar el timbre.

© Antonio Orihuela

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