Temprano levantó la muerte el vuelo...
(Miguel Hernández)
Mi corazón se llena de la luna
al evocar la noche de tu muerte,
era una luna seductora y fuerte
que el viento desplazó como una duna.
Entró por la ventana y en tu cuna
distribuyó su luz para envolverte,
brillaba con afán de protegerte
ciñendo otro adjetivo a tu fortuna.
Como estabas dormida y agotada
después de tantos lunes de desvelo,
y estabas dulcemente descuidada,
la luna remontó de nuevo el vuelo
dejando tras de sí la madrugada
y una sombra implacable por el suelo.
© Jesús Fernández Palacios
(De Los poemas de Sakina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario